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En tiempos de Covid, el liderazgo nos toca a todos; no sólo a los principales de mi empresa

El Covid-19 ha alterado sustancialmente nuestro modus operandi en general; tanto individual, familiar, social, emocional, físico, laboral y financiero. En la medida en que los países vayan reactivando sus economías, la nueva vida cotidiana que estaremos enfrentando será muy distinta y, por consiguiente, qué mejor momento que AHORA para asumir liderazgo personal en nuestra empresa, al momento de restablecernos (después de la cuarentena).


En la organización, no es solamente responsabilidad de los líderes principales y/o patronos, sino de todos asumir un rol transcendental en lograr que la empresa sobreviva y sea exitosa ante esta crisis imprevista. Nosotros los empleados somos el mayor activo para las empresas y qué mejor oportunidad que aprovechar el reinicio de las labores para remar más fuerte que nunca (y sobre todo unidos).


Desarrollar un liderazgo personal, es decir, una disposición de tomar las riendas para impactar positivamente el ambiente de trabajo de todos en la empresa, pudiese amortiguar el gran impacto de esta pandemia. Por consiguiente, sugiero reflexionar en cómo cada uno de nosotros puede:


- Mantener una actitud positiva: El Covid-19 ha ocupado un rol protagónico en nuestras vidas y suele ser difícil mantener el optimismo, ante tantas preocupaciones y miedos a causa de esta pandemia. Por consiguiente, debemos concientizar sobre la importancia de mantener una buena actitud. Intentar entrenar nuestra mente a no dejarnos arrastrar por pensamientos negativos es un buen comienzo. El pensamiento (sea negativo o positivo) es controlado de forma consciente y un buen ejercicio para la mente es intentar comenzar cada día con algunas actividades o nuevos hábitos que eleven el estado de ánimo y estimulen el espíritu (ejemplo: apreciar lo que tenemos, agradecer el cariño y valoración de otros, admirar el amanecer, poner música animada, pensar en momentos de felicidad vividos, reflexionar sobre ‘qué hacer hoy diferente para brindarle alegría a otros’, sentir que el día nuevo nos brinda la oportunidad de hacer las cosas mejor, levantarnos sonreídos. Hasta decir los ‘buenos días’ con una sonrisa mejora el ánimo. De igual manera, incluir algún tipo de actividad física diaria (ejercicios) fuera de la rutina laboral promueve buena salud emocional.

- Asegurar mantener la conectividad: En estos tiempos de distanciamiento social, debemos hacer todo lo posible por no perder ese contacto directo y personalizado con la gente. Si estar presentes físicamente en la empresa no es una opción, hoy día tenemos al alcance un sin número de plataformas virtuales (entre estas: Microsoft Teams, Zoom, Cisco Webex, GoToMeeting, Join.Me, Facetime, y Skype for Business, entre otros), que nos ayudan a mantener esas conexiones interpersonales entre el personal de la empresa, nuestros clientes y suplidores, entre otros. Estos nuevos modelos de interacción nos facilitan trabajar exitosamente en cualquier parte del mundo, a la vez que vamos avanzando a la par con los adelantos tecnológicos del mundo virtual.

- Brindar apoyo social y consuelo: Fomentar la accesibilidad para atender preocupaciones de nuestros compañeros y brindarles el apoyo que necesiten. Esto alivia el estrés y la ansiedad que han aumentado significativamente por esta pandemia. Estimular la actitud de colaboración entre todos para apoyar a los que lo necesiten, contribuye al bienestar social en la empresa y promueve un ambiente favorable para todos.

- Ser empático y considerado: Actuar según los principios de empatía y tener consideración con los demás provoca emociones positivas que fortalecen nuestra salud en general. A pesar de esta situación tan estresante que estamos enfrentando (que nos ha vulnerabilizado), debemos intentar responder a las exigencias laborales de productividad con energía y sobre todo una buena actitud comunitaria. Seguir siendo productivos, mientras propiciamos empatía hacia las circunstancias y necesidades de otros, fortalece al grupo en general. Esa disposición de entender y querer ayudar (pensando en el bien común), es clave para poder superar esta crisis juntos.

Las acciones sugeridas previamente, son sólo algunos comportamientos que nos hacen ser más resilientes y asumir una responsabilidad individual que favorece las condiciones de todos en general. Involucrarnos más en acciones que trasciendan entre todos nos fortalece en conjunto. Sugiero reflexionar sobre qué otras acciones o comportamientos debemos adoptar para seguir desarrollando nuestro liderazgo personal.

Rima C. Murray Casanova, CPC

Directora de Reclutamiento

Careers Inc. Puerto Rico

Representante THA en Puerto Rico



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